Los segmentos de Fitness, Nutrición, Belleza y Moda abrieron campo para que aquellas personas que gustaban de compartir en redes sociales sus experiencias con ciertos productos o situaciones, formaran una credibilidad ante sus seguidores. Esto les resultó en miles y millones de cautivos a sus publicaciones, convirtiéndolos en lo que ahora conocemos como INFLUENCERS. Ellos ahora tenían una opinión que compartían a sus miles de seguidores, con el gusto o disgusto de lo que probaran. Los medios sociales y sus miles de seguidores los empoderaron para ser líderes de opinión, fueran o no, expertos en su campo.
Esta tendencia, para las grandes empresas representó tanto una oportunidad, como un riesgo, por lo que no pasó mucho tiempo en que prestaran atención a las críticas realizadas en estas menciones, y empezaran a buscar la manera de utilizar a estos influencers para su propio beneficio.